Hablemos de una de las lesiones más comunes entre las personas que practican deportes de raqueta, aunque no sólo quienes lo practican la padecen: La epicondilitis o codo de tenista.
¿Qué es la epicondilitis?
Se trata de una afección extraarticular del codo, caracterizada por dolor e hipersensibilidad en el origen de los músculos extensores del antebrazo insertados en el epicóndilo. Es considerada una enfermedad incapacitante que puede durar desde un mes hasta un año.
La epicondilitis o codo de tenista, que es muy similar al codo de ratón, es un síndrome por el uso excesivo, causando estrés continuo en los músculos. Una inflamación que ocurre cerca de un pequeño punto del hueso del brazo (húmero) justo por encima de la articulación del codo en la parte externa del brazo.
El dolor también puede presentarse en otras áreas de su antebrazo y codo y con una continua presión, los músculos y los tendones pueden doler, incluso en reposo.
El dolor de codo de tenista proviene principalmente de los tendones lesionados o dañados cerca del codo. Los tendones son bandas de tejido muy resistentes que conectan los músculos a los huesos. Cuando se sobrecargan en repetidas ocasiones o en exceso, los tendones se inflaman. Esto da como resultado una condición dolorosa llamada tendinitis (término médico para la inflamación de un tendón
La mayor incidencia se presenta en deportistas y de un 1-3 % afecta a la población en general, afectando con mayor frecuencia al sexo masculino de edades comprendidas entre los 30-50 años y con preferencia el brazo dominante. Es raramente bilateral.
En el deporte del tenis, la padecen un 40-50% de los jugadores profesionales. La aparición de la lesión se ha relacionado con el peso y el material estructural de la raqueta, grosor de la empuñadura y tipo y tensión de las cuerdas. También han sido involucrados el tipo de suelo y la consistencia de la pelota, pero este es un tema del que trataremos en próximos artículos.
Por otra parte, también constituye una patología laboral y puede encontrarse en obreros que realizan esfuerzos repetidos como en la construcción, jardinería, carpintería, o quienes trabajan con máquinas neumáticas vibratorias o aquellos que martillean planchas de acero o calderos.
Es muy frecuente también que la sufran las ama de casa, lo cual nos hace pensar en la rudeza de su trabajo y su causa desencadenante parece ser cargar bolsas pesadas o en trabajos de limpieza.
Es una afección característica de la edad media de la vida, pero el joven no está exento de ella.
Síntomas
El síntoma principal es el dolor localizado en el epicóndilo que se inicia de forma insidiosa y progresiva que aumenta con el ritmo de las actividades físicas, con la extensión de muñeca y extensión de los dedos. Progresivamente puede aparecer dolor en estado de reposo.
Examen
Dolor a la presión en el epicóndilo lateral.
Debilidad al coger los objetos y se le caen de las manos cuando tiene el antebrazo en pronación.
Diagnóstico
Es eminentemente clínico y no necesita pruebas de alta tecnología
Las radiografías son generalmente negativas.
Ultrasonido de alta resolución puede confirmar el diagnóstico.
Resonancia magnética por imágenes puede verse en ocasiones un incremento de la señal en el tendón del músculo extensor común, y una pequeña acumulación de líquido rodeándolo, debido a los cambios inflamatorios y ligero edema.
Tratamiento
TRATAMIENTO PREVENTIVO: Estos son algunos consejos
EN CASO DE PRACTICAR ALGUN DEPORTE DE RAQUETA O POR CAUSA LABORAL SE ACONSEJA: